
Existen más de 120 tipos de
VPH. El virus se adquiere a través del contacto sexual con una pareja
infectada. Los virus de bajo riesgo pueden causar verrugas genitales y los de alto riesgo conducir al cáncer de cuello uterino, vulva,
vagina y ano. Muchas de las pacientes infectadas desconocen su condición, dado
que constituye una entidad con frecuencia asintomática.
Cuando la infección persiste
en el tiempo, existe el riesgo de desarrollar lesiones precancerosas, que pueden
progresar a cáncer invasivo. Este
proceso requiere entre 10 y 20 años, dando oportunidad a la detección y tratamiento,
a menudo con altas tasas de curación.
La citología y la colposcopia
(visualización amplificada del cuello uterino) son los métodos de elección en
la evaluación de esta entidad; y las pruebas de ADN permiten detectar el VPH de
forma más sensible y específica. El uso correcto de los preservativos de látex
reduce el riesgo de contraer el virus. Las vacunas pueden proteger contra
varios tipos de VPH, incluyendo algunos de los que pueden causar cáncer,
lamentablemente aún no disponemos de ellas en nuestro país.